
Con el handicap de contar con Lautaro Martínez y Ricardo Centurión, el bloque defensivo esta vez no fue tal. Como a veces pasó por la Copa, los pelotazos largos complicaron a la última línea y Nery Domínguez no pudo cortar los pases entrelíneas, en especial de Vargas. Musso tapó cuatro jugadas claras de gol y el poder de fuego que tiene, y que el Chacho explota siendo muy generoso con el juego, fueron los motores del sufrido triunfo. De cara a lo que viene, el desafío será mejorar a este Racing cuando no tiene la pelota. Pero lo más importante para nosotros es que con Lautaro y Centurión hay material para soñar.
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